
Los sonidos oídos durante la medición de la presión sanguínea no son iguales a los latidos del corazón, (que se deben al cierre de sus válvulas).
En una persona normal, al colocar la membrana del fonendoscopio sobre la arteria radial sin hacer presión no se oirá ningún sonido. Esto se debe a que el flujo de sangre es laminar (no turbulento) y no produce ningún sonido audible.
Cuando inflamos el brazalete (manquito) de un esfigmomanómetro...