Para mantener en buen estado nuestro hígado es necesario evitar tener malos hábitos alimenticios, como alimentos chatarra, productos light, alimentos con conservantes químicos, alimentos fritos, bebidas alcohólicas, alimentos cárnicos, embutidos, mariscos, grasas industriales, lácteos y alimentos que contengan azúcar refinado.
Algunos de los padecimientos que merman las funciones de este órgano son: hepatopatías, hepatitis, cirrosis, esteatosis hepática (hígado graso), trastornos de la vesícula biliar y colelitiasis (piedras en la vesícula).
Otras patologías que afectan indirectamente pero que también merman sus funciones son: el sobrepeso, la obesidad y aquellas que son desencadenadas por estas.
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