Las células sanguíneas necesitan nutrientes específicos para su correcta formación y desarrollo. Una sangre bien alimentada supone un organismo sano y resistente, con capacidad y fuerza para desarrollar su actividad sin cansancio y también para responder frente a las infecciones.
La alimentación debe atender estos requerimientos a lo largo de la vida y, en especial, durante determinadas etapas como son el embarazo, la lactancia y las etapas de crecimiento infantil y adolescente. También las mujeres en edad fértil precisan una alimentación equilibrada que reponga las pérdidas menstruales y que debe ser especialmente rica en hierro y en vitamina C, con el objetivo de facilitar la absorción del mineral.
Las vitaminas y minerales que colaboran en la formación de las células sanguíneas son:
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- Ácido fólico: Es necesario para la formación y la maduración de los eritrocitos (glóbulos rojos) y los leucocitos (glóbulos blancos).
- Vitamina B6: Es importante para la formación de la hemoglobina y para la estimulación de las defensas. ·
- Vitamina B12: Junto con el ácido fólico, la vitamina B12 es indispensable para la maduración y desarrollo de los eritrocitos (glóbulos rojos).
- Vitamina C: Estimula la absorción del hierro y aumenta las defensas contra las infecciones.
- Vitamina K: Esta vitamina es necesaria para la formación de factores de coagulación de la sangre.
- Vitamina E: Favorece la supervivencia de los glóbulos rojos porque los hace resistentes frente a los agentes destructivos.
- Hierro: Es indispensable para la formación de la hemoglobina. Su función principal en el organismo es transportar el oxígeno a las células.
- Cobre: Este mineral ayuda a que el hierro almacenado esté disponible para la producción de eritrocitos (glóbulos rojos). Además, estimula la capacidad inmunitaria del organismo.
- Cobalto: Fundamentalmente interviene en la formación de los eritrocitos (glóbulos rojos) y la hemoglobina, junto con la vitamina B12.
- Zinc: Es importante su intervención en la formación de los linfocitos, responsables de una buena inmunidad.
- Yodo: Imprescindible para una correcta formación de eritrocitos (glóbulos rojos) y una buena producción de trombocitos (plaquetas).
En esta lista de alimentos podemos ver lo que nos aporta cada uno:
- Hígado: Ácido fólico, vitamina B6, vitamina K, hierro.
- Levadura de cerveza: Ácido fólico, vitamina B6, vitamina B12, hierro, cobre, cobalto, zinc, yodo.
- Huevos: Ácido fólico, vitamina B12, vitamina K, vitamina E, hierro.
- Carne de cerdo y pollo: Vitamina B6, yodo.
- Legumbres: Ácido fólico, vitamina E, cobre, zinc.
- Cereales integrales: Vitamina B6, hierro, cobre, cobalto, zinc.
- Pescados: Vitamina B6, vitamina B12, zinc, yodo.
- Kiwi, naranja y limón: Ácido fólico, vitamina C y yodo.
- Frutos secos: Vitamina B6, cobalto, yodo.
- Espinacas: Vitamina B12, vitamina C, yodo.
- Leche: Ácido fólico, vitamina B6, yodo.
- Germen de trigo: Ácido fólico, vitamina B6, vitamina C.
- Carnes magras: Ácido fólico, cobre, zinc, yodo.
- Ostras y berberechos: Vitamina B12, hierro, cobre, cobalto, yodo.
- Patatas: Ácido fólico, vitamina B6, vitamina C, hierro.
- Col y coliflor: Vitamina C, vitamina K, hierro.
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